inteligencia emocionalinteligencia emocional

Disciplina: premiar la buena conducta de nuestros hijos

opariakEste artículo habla sobre los premios y qué tipo de premios debemos utilizar lxs madres/padres con nuestrxs hijxs, si es bueno o no premiar las conductas o estamos acostumbrando a los niñxs a obedecer a base de obtener obsequios y regalos, convirtiendo a nuestros hijos en unos perfectos chantajistas.

 
Muchas veces cuando hablamos de disciplina y  de premiar conductas se nos viene a la mente comprar algún regalito o chuchería para nuestros niñxs, olvidando que el mejor regalo que podemos ofrecerles a nuestros hijos son los premios inmateriales
 
– los elogios
– las risas compartidas,
– el tiempo que disfrutamos juntos jugando o viendo una película, 
– un beso o un abrazo


El elogio es uno de los mejores recursos que tenemos los padres pero debemos saber utilizarlo correctamente para que sea efectivo. Recordemos las condiciones que debe cumplir para que realmente funcione.

  1. El elogio debe ser sincero y espontáneo. No debemos utilizarlo con nuestros hijos como forma de manipulación ni como chantaje. 
  2. No debe ser exagerado ni artificial. 
  3. Utilizarlo en su justa medida, es decir, intentar buscar un punto medio en su uso, si lo utilizamos demasiado se desgasta y ya no es motivador. Si nos pasamos todo el día diciendo “¡muy bien!” llegará un momento que nuestro hijo ya no mostrará ningún interés.
  4. Describir claramente qué es lo que estamos elogiando, así podemos decir a nuestro hijo ” Qué bien estás jugando con las piezas de construcción” en lugar de un simple “¡muy bien!” o “Te has portado muy bien“. Cuanto más claros seamos mejor.

Estos son lo mejores premios que podemos brindar a nuestros niños, premios inmateriales que a la vez refuerzan su autoestima y les hace saber que lo que hacen está bien.

Es cierto también que a veces los premios materiales pueden ser oportunos de vez en cuando, como por ejemplo prepararles una comida especial que sabemos que les gusta mucho o llevarles al zoo o al cine por haber hecho algo muy bien. 

Si los premios materiales no se convierten en una costumbre o una obligación no hay ningún inconveniente en utilizarlos de forma puntual para reforzar una buena conducta, como  por ejemplo comprarle un libro después de pasar por un mal momento (ir al médico). De este modo es poco probable que nuestro hijo se acostumbre a obedecer simplemente para que le compremos cosas.

No olvidemos que a todos nos gusta que nos hagan regalos, ya que es una forma de mostrar afecto y reconocimiento y no tiene porqué crear malos hábitos.

Como siempre el sentido común es el mejor consejero. El objetivo es que el niño se sienta satisfecho y orgulloso de su buen comportamiento y que en un futuro sepa cómo comportarse por el mero hecho de saber que esa es la forma correcta de actuar.

Sara Tarrés Corominas
mimamapsicologainfantil
[:]

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba