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ADAPTACIÓN: Preparar a los niños para el periodo de adaptación

Preparar a los niños para el periodo de adaptación

ago 2, 2014

Después de un verano de piscina, playa, excursiones al campo y comidas fuera de casa, llega el primer día de clase y a todos los niños les cuesta volver a la rutina. Es por ello, que el periodo de adaptación se vuelve imprescindible porque lo más habitual es que los niños no quieran entrar en el aula por mucho que su maestra los reciba con una sonrisa de oreja a oreja.En todas las aulas de infantil vemos niños que se agarran a la pierda de su madre, que lloran y se resisten a separarse de la figura de apego. En estos momentos de separación, el niño necesita sentir más que nunca el amor de sus padres y tener la seguridad de que aunque no están presentes, me siguen queriendo y aunque se van volverán. El niño necesita entender que aunque sus padres le dejan en un lugar nuevo con personas que no conoce, no quiere decir que se olviden de él ni que dejan de quererlo. 

El niño llora cuando entra en el aula

Debemos entender que es completamente normal desde los 6-8 meses hasta los 2-3 años que es la etapa del primer ciclo de infantil, que el niño sienta ansiedad ante la separación de sus padres, señal de que existe un apego seguro que le permite explorar el entorno aumentando su curiosidad e interés por el aprendizaje.

De modo que, para que los niños puedan disfrutar en el centro infantil interactuando y jugando con otros niños y viviendo todo tipo de experiencias sensoriales que le permitan alcanzar un desarrollo pleno, necesita un tiempo para adaptarse a ese nuevo contexto creado para él. 

Infant hiding¿Qué podemos hacer los padres?

  • Prepararlos con tiempo: Podemos preparar con tiempo a los niños, contarles que pronto empezará la escuela infantil, llevarles a ver el centro por fuera, decirle que conocerá muchos niños y que tendrá unas maestras muy cariñosas. Todo esto transmitiéndole ilusión que lo motive a desear este momento.
  • Hablar de cómo se siente: los niños necesitan que sus sentimientos de miedo y angustia sean reconocidos y tenidos en cuenta.  No podemos negar sus sentimientos con frases como ¡no pasa nada, mamá vendrá enseguida no llores más…!  Sino más bien decirles frases como: Cariño, entiendo que estás triste porque mama se va y tu quieres estar conmigo. Yo también quiero estar contigo y te voy a echar de menos mientras estas en el cole. Estoy segura que cuando consigas superar tu tristeza te lo pasarás muy bien y cuando nos encontremos me podrás contar qué has hecho en la escuela… ¿Qué te parece?
  •  Validar los sentimientos y ayudarles a nombrar lo que sienten:
    • Yo también estoy triste por qué me separo de ti pero sin embargo, estoy segura que encontrarás la manera de pasar este tiempo jugando con otros niños…
    • Entiendo que no te gusta que me vaya y que eso te hace estar enfadado conmigo, pero confío en que cuando vuelva me cuentes todo lo que has hecho durante la mañana…
    • Tienes motivos para estar enfadada porque te gusta quedarte conmigo en casa, pero mama tiene que ir a trabajar y no puede ser…
  • Ayudarles a superar el reto de la separación: aunque es doloroso verles llorar, no se trata de evitar esa frustración sino de acoger su angustia, reconocerla y ayudarles a superarla con seguridad, afecto y comprensión. En un próximo post os explicaremos un juego para ayudar en la separación.
  • Despedirnos de los niños: es necesario que nos vean marcharnos, decirles adiós, que nos oigan decir que dentro de un rato volveremos a buscarlos. En estos momentos quizás marcharnos sin que nos vean podría ser una opción menos dolorosa, pero cuando el niño se da cuenta de que sus padres ya no están, se siente traicionado y eso es peor que dejarlos llorando.
  • Responder a las rabietas con serenidad: de dos años en adelante nos podemos encontrar muchas actitudes desafiantes, rabietas constantes y comportamientos inadecuados, es posible que en el periodo de adaptación las vivamos con más intensidad porque los niños necesitan sacar su malestar de la única manera que saben, llorando y pataleando. Si nuestra respuesta frente a las rabietas es de comprensión, al niño le resultará más fácil salir de ellas.
  • Objetos tranquilizadores: hay niños que se apoyan en algunos objetos para sentirse mejor, una camiseta de mama, un chupete, una mantita para dormir,etc. Esos objetos en momentos puntuales le pueden servir al niño para superar por si mismo un momento de angustia.
  • Álbum de fotos: es recomendable que cada niño lleve al centro un álbum con fotos familiares para que pueda mirar cuando sienta añoranza, de esta manera tan visual, el niño podrá recordar momentos felices que ha pasado con su familia.

Recurso que recomendamos.

El cuento de Mama te echo de menos

Portada 4

 

 

 

 

 

 

 

 

Información:

Leticia Garces Larrea. Pedagoga. Tel.  658 296 4 39 /  948 480 605

leticia@padresformados.es

 http://padresformados.es/

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