Erditze

Ikusezinak

La Guía de práctica clínica del Ministerio de Sanidad es contundente:“se recomienda no realizar la maniobra de Kristeller”. A pesar de ello, según una encuesta realizada a mujeres en 2010, se realiza en un 26,1% de los partos vaginales atendidos en España, cifra ya bastante alta, más inferior a la real, ya que diversos estudios demuestran que esta intervención (por lo frecuente de su uso) no suele reflejarse en la historia clínica. (1)

Tan preocupante como que se siga practicando la citada maniobra es que se oculte, ya que “la transparencia obstétrica es el ingrediente que falta para que exista realmente consentimiento informado”.(2) El ejercicio del derecho a la libertad de elección con respecto a las circunstancias de nuestro parto presupone que hemos tenido acceso a información rigurosa sobre las diversas alternativas posibles…

Si pregunto a mi ginecólogo por la tasa de maniobras de Kristeller (o de cualquier otra intervención obstétrica) en el hospital en que presta servicios y me contesta que “la practican cuando es necesario” me quedo como estaba.

La mejora de la calidad de la atención asistencial sólo puede lograrse si sabemos de qué partimos.

En definitiva, en España en 2013 nuestros derechos, nuestros cuerpos, nuestros partos… siguen siendo INVISIBLES.

 

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