Las normas en la vida de los niño/as con TDAH

Regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades…

Las normas pueden ser impuestas desde fuera, pueden ser propias o por acuerdo entre todas las partes… Generalmente, los niños no suelen participar en la creación de las normas; están impuestas desde el exterior, por padres, profesores… Hay que intentar darles más razones sobre porque tienen que hacer las cosas. No solamente hay que decirles que es por su bien, a ellos esto no les sirve.

Las normas están siempre presentes en sus vidas: en el colegio, en casa… Incluso hasta en su tiempo libre, los niños tienen que acatar unas normas.  Tienen muchas e impuestas.

Los adultos queremos que el niño las cumpla y no importa que esté de acuerdo o no. Es decir, cuando se pone una norma no se tienen en cuenta a los niños, que son los que se van a encargar de ejecutarla. Además, siempre hay “alguien” que tiene la función de exigir que se cumplan. Ellos saben que si  no  cumplen las normas, la consecuencia será algún tipo de sanción; por ejemplo, un grito, un castigo…

Tanto la norma como la sanción muchas veces dependen del estado de ánimo de las personas que las crean. Por ejemplo, un día se les puede echar una gran bronca porque  no han recogido su cuarto; sin embargo, otro día, si se esta de mejor humor, no se les dice nada. Esto originará confusión en los niños.

 

Los niños con TDAH tienen mayor dificultad en cumplir las normas en comparación con los otros niños.

Tienen dificultad para escucharlas, ya que les cuesta prestar atención cuando se les habla. También, tienen problemas en recordarlas, debido al peor funcionamiento de sus funciones ejecutivas y facilidad para incumplirlas debido a su impulsividad, su déficit atención y a la poca reflexividad.

Les falta capacidad para identificar las normas importantes al no saber identificar bien las consecuencias de cumplir o no esa norma. Por ejemplo, respecto a las normas de tráfico, todos sabemos que es más importante respetar un semáforo que un paso de cebra. Sin embargo, los niños con TDAH pueden no tenerlo tan claro.

Les cuesta más cumplir las normas si las consecuencias no son inmediatas. Por tanto, es mejor prometerles un detalle si aprueban un examen que no un gran regalo si aprueban todo el curso.

 

COMO ACTUAR ANTE LAS NORMAS

 1º Observar las que ya tenemos:

Si las normas que ya tenemos nos funcionan bien, no hará falta hacer ninguna modificación, se mantendrán como están.

Si, por el contrario, no funcionan bien, habrá que introducir cambios. Por ejemplo, nosotros queremos que nuestro hijo recoja toda la habitación; pero pocas veces  conseguimos que recoja el cuarto entero. Quizás, el problema es que esta norma está poco definida y “la habitación” supone muchas cosas al mismo tiempo, por lo que sería mejor que comenzáramos pidiéndole que guarde sólo los zapatos. Cuando esta conducta ya sea un hábito para él, le diremos además que recoja la ropa que esta tirada, luego que haga la cama…

 

2º Tener en cuenta

Es importante tener claro que ningún niño hace todo mal. A la hora de poner las normas, se tendrá en cuenta lo que hace bien y le guste más. Si le horroriza hacer la cama, pero le encanta estar en el jardín; le proclamaremos encargado del mismo. Si se le refuerza cuando haga bien su obligación, él verá que el resto de la familia está mejor y él se sentirá mejor consigo mismo. Entonces, las siguientes responsabilidades serán más fáciles de  adjudicar.

Se necesita tiempo, constancia  y tener claro conceptos como que la conducta humana depende de las consecuencias que se vayan considerando que puedan ocurrir, así como de la creencia que se tenga de dichas consecuencias.

Debemos intentar hacerles ver que el cumplir una determinada norma les va a originar algo positivo. Por ejemplo, si cumplen algún encargo, la consecuencia será jugar.

Es decir, intentaremos utilizar términos positivos en vez de los negativos.  Funcionará mejor decirle: “si recoges el escritorio, luego jugamos” que “Si no lo recoge, no jugamos”.

 

Los padres deciden la norma pero funciona mejor si el niño siente que le damos a elegir.

Por ejemplo, se le podrá preguntar: “¿Qué prefieres hacer: poner la mesa antes de cenar o recogerla después?”.

Por último, es muy importante tener en cuenta que los padres actúan como  modelos de sus hijos.

Por ello, los padres tendrán que cumplir también con sus obligaciones y dar ejemplo de cumplimiento de normas, incluidas las de tráfico.

Fuente: http://www.fundacioncadah.org

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