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Oparipuina (gazteleraz):: NUBE LEIRE

Esta es la historia de una pequeña nube. La historia de Nube Leire que vivía alocada y divertida en el cielo. Seguro que sabes que en el mundo del cielo pasan las mismas cosas que en la tierra, aunque otras son distintas. Por ejemplo, en el cielo todos son amigos: las nubes, la lluvia, las estrellas, el sol, el viento… Pero no hay aitas, amas, hermanos, hermanas, abuelos y abuelas, aunque eso no importa porque todos se quieren mucho y se cuidan entre ellos.

 

Así vivía Nube Leire rodeada de amigos y muy feliz. Lo que más le gustaba hacer era disfrazarse y convertirse en otras cosas. Le gustaba tanto que todos los días se trasformaba tres o cuatro veces. Durante un rato era una gota de lluvia, luego un pájaro, más tarde uno de los colores del arco iris y para irse a la cama se ponía el disfraz de estrella.

 

La verdad es que, aunque era un juego muy divertido, a veces también era un problema porque cuando alguien quería hablar con Nube Leire no la encontraba y cuando sus amigas querían jugar ella no podía porque estaba ocupada cambiando de forma.

 

Con tanto ser un rato una cosa y al otro rato otra cosa, Nube Leire no sabía muy bien quién era y cómo tenía que comportarse pues no viven de la misma manera las nubes que las estrellas, ni las nubes que el viento, ni las nubes que el sol… Cada uno tiene su forma de vivir y tareas diferentes que hacer.

 

Un día, el Cartero Estelar traía un regalo especial para Nube Leire de parte de la Estrella Polar. El pobre cartero, después de buscar y buscar, se fue sin entregar el paquete porque había encontrado: una nube estrella, una nube perro, una nube luna, una nube flor, una nube globo y un montón de nubes más, pero ninguna Nube Leire.

 

–¡Eh! ¡Cartero, Cartero Estelar que soy yo! –llamaba Nube Leire, pero el cartero no se enteró había demasiadas nubes diferentes.

 

Nube Leire ya no se divertía tanto porque no podía hablar con nadie, tampoco podía jugar a otros juegos, ni podía aprender cosas nuevas, no tenía tiempo para nada solo para cambiar de forma. Nube Leire tenía un problema que necesitaba solucionar urgentemente.

 

–¡Ay qué lío! –pensó Nube Leire.

 

Ahora era un ratón, luego una flor, una rana, una estrella, la luna, un perro…

 

–¡Ay! ¡Qué no puedo parar! –decía bajito Nube Leire.

 

Un reloj, una gota de lluvia, el rojo del arco iris, una estrella, un perro…

 

–¡Ay! ¡Qué no puedo parar! –decía un poco más alto Nube Leire.

 

Una mariposa, una paloma, una estrella, un balón, una roca, un perro…

 

–¡Ay, ay! –dijo más fuerte Nube Leire– ¡QUÉ ALGUIEN ME AYUDE, POR FAVOR! –gritó un poco asustada.

 

Rápidamente acudieron todas las nubes del barrio, las estrellas más cercanas, el viento, la lluvia, el arco iris, la luna y el sol. Todos querían ayudar. Mientras tanto Nube Leire cambiaba de forma cada vez más rápido.

 

Nube Leire tranquilízate –le pidió el Arco Iris amablemente.

 

–Tienes que parar un momento –dijo el Sol– para poder tomar una decisión muy importante.

 

El Sol no quería asustar a nadie pero el problema era muy serio.

 

–Esto que te pasa no se puede solucionar en el cielo, tendrás que ir a vivir a la Tierra –le explicó el Sol–. En la Tierra no podrás cambiar de forma y serás tú misma; pero antes tienes que elegir una familia, no te puedes marchar sin saber a dónde vas.

 

Nube Leire no entendía muy bien lo que decía el Sol, además estaba mareada de tanto ser una cosa y luego otra y otra… Aunque quería parar ese desastre como fuera. Así que hizo un gran esfuerzo y durante un rato se trasformó en perrito, que era la figura que más le gustaba. Después, con la ayuda del Sol comenzó a buscar familia mirando por aquí, por allí…

 

Mientras tanto en la Tierra estaba Sonia. A Sonia le gustaba mucho mirar al cielo y jugar con las nubes.

 

–¡Mira qué bonita es esa! –Se emocionó Sonia– ¡Oh! Si parece un perrito. ¡Cuánto me gustaría tener un perrito como esa nube! –suspiró.

 

¡Ya está! Nube Leire ya había encontrado familia. En ese momento en el cielo comenzaron todos los preparativos para que Nube Leire dejara de ser una nube del cielo y se convirtiera en Leire una niña de la tierra.

 

Ahora Leire vive muy feliz con su ama Sonia, con su aita y con su hermano. Está aprendiendo a ser ella misma mientras inventa canciones en la ducha, aprende a leer, cuida del pequeño Mikel, sonríe todos los días y se divierte muchísimo.

 

Seguro que hoy el Cartero Estelar no tiene problemas para llevarle los regalos de cumpleaños. Este año cumple seis y después cumplirá muchos más.

 

 

¡¡¡Muchas Felicidades Leire!!!

Pily 2014

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One Comment

  1. Nube Leire
    Eskerrikasko por este magnífico regalo. A Leire le va a encantar, es perfecto para ella.!!!
    No me imaginaba que con la información que di podría ser tan acertado.
    Os contare cuando se lo de impreso el día de su cumpleaños. Me estoy imaginando su cara.
    Mila esker !!
    SONIA

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